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Violación en la web

Violaciones hay todos los días en cualquier parte del mundo  y no solo en las guerras : quince diarias en Brasil , una cada siete horas en España, sin contar las que no se denuncian …Y no parece que el número les quite el sueño a las autoridades.

La violación de una chica de diecisiete años en Brasil por treinta bestias humanas no sería noticia si no se hubiese colgado en las redes sociales. Confiemos en que la repulsa que provocó ayude a que el delito no quede impune.

Desde que existe Internet , al placer sádico de la violación se une la satisfacción de que los demás lo vean. El deseo de difundir las “hazañas eróticas “ es aún más fuerte que el de humillar y hacer daño, y, sin duda, es mayor que el placer sexual que puede conseguirse con la violación de una adolescente drogada ,que sangra por sus genitales y que es compartida por treinta tipejos.

El afán de la notoriedad llevó hace XX siglos a un pastor griego a quemar el Partenón de Atenas y hace unos años a unas adolescentes españolas a matar a una compañera de colegio, sin otro motivo que el de salir en la tele y las revistas. Y los que queman a indigentes o dan palizas a un rival del futbol  lo cuelgan en la red: disfrutan con eso. El castigo por difundir el delito es pequeño y la satisfacción , grande.

Solo un castigo duro puede evitar que cunda el ejemplo y las redes se conviertan en escenario de vídeos muy semejantes a los snuff.

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2016/06/06/violacion-exhibida-na-web/0003_201606G6P12994.htm

 

REFUGIADOS AGRESIVOS

 

Las agresiones a mujeres en Nochevieja en varias ciudades alemanas no fueron actos de individuos aislados sino que parecen obedecer a un plan preparado de antemano y que implica a cientos de inmigrantes, refugiados sirios y de origen árabe.

Los hechos han producido escándalo y confusión. Los medios han informado de la noticia , pero la causa de lo sucedido sigue siendo un misterio. ¿Por qué se agrede al país que te ha acogido como refugiado? ¿Y por qué a las mujeres?

La respuesta quizá sea la misma que explica los actos de vandalismo que se produjeron en Franciaen noviembre de 2005: el sentimiento de marginación, la rabia contra los que tienen lo que a ellos se les niega o se les escatima. Escaparon de un infierno y se encontraron, tras los abrazos iniciales, no con un paraíso sino con las dificultades del inmigrante pobre en un país con un idioma incomprensible y que mira con desconfianza a quienes no son de raza aria.

Podían haber quemado sucursales bancarias o apedreado residencias de lujo, pero proceden de una sociedad misógina y su odio se manifestó contra lo que les resulta más difícil admitir: los derechos de las mujeres occidentales. Agrediendo a mujeres, agreden  los cimientos de un país que tiene a una mujer como mandatario supremo.

Aunque también puede ser un maquiavélico complot de la oposición para derrocar a Merkel… ¡Quien sabe! Lo único seguro es que se trata de un problema para toda Europa.

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2016/01/11/refuxiados-agresivos/0003_201601G11P12995.htm

 

UN PUEBLO CIVILIZADO, TRANQUILO Y MODERADO

 

Esa es la opinión de Mariano Rajoy sobre España poco después de sufrir una agresión. No creo que mucha gente comparta esa opinión ni dentro ni fuera del país. De los incidentes entre conductores, se decía que los italianos se limitaban a gritar mucho, pero que los españoles salían del coche dispuestos a resolverlo a golpes. Y en el mundo anglosajón siguen pensando que las mujeres llevamos una navaja en la liga…

Nunca fuimos un pueblo que destacase por su espíritu moderado, tranquilo y civilizado y desde hace algún tiempo la violencia se ha instalado en nuestra vida cotidiana. El machismo no solo no ha disminuido sino que se incrementa entre los más jóvenes. Las agresiones a los docentes hoy están a la orden del día, tanto por parte de los alumnos como de sus familias, hasta el punto de que el estrés de las personas que se dedican a la enseñanza se considera ya una enfermedad profesional. Lo mismo sucede con médicos y enfermeras. En los últimos cinco años se han producido más de 2000 agresiones, con lesiones en ocho de cada diez casos. Y la violencia invade también el futbol y la política.

Cuando a la presidenta de Navarra le estrellaron tres tartas en la cara, Bildu no condenó los hechos. El puñetazo a Rajoy ocurrió en periodo electoral y todos los partidos lo condenaron. Esperemos que esa actitud se mantenga ahora que la suerte ya está echada. La violencia no debe ser tolerada ni justificada.

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2015/12/19/pobo-civilizado/0003_201512G19P18993.htm

 

Amor posesivo y violencia

Durante siglos la poesía de amor cantaba la servidumbre amorosa del hombre a la mujer amada. En los poemas incluidos en los Cancioneros medievales y en toda la poesía petrarquista se encuentra la figura del siervo de amor, que considera a la mujer como la dueña de su alma. El hombre era poseído por la amada, que en ocasiones dejaba de quererlo y sumía al amador en la melancolía o la desesperación. Aunque en la vida real las cosas fuesen diferentes, esta postura constituía un modelo de comportamiento amoroso.

A partir del Romanticismo, cuando la mujer empieza a adquirir autonomía social, los poetas comienzan a decir que la mujer amada les pertenece, es una posesión suya.

Uno de los casos más sorprendentes es el de Eduardo Pondal, que llega a cantar una violación (“Pilleina entre os pinos soia “ ‘La pillé sola entre los pinos’) debido a la idea de que las mujeres deben entregarse a la naturaleza del hombre, como el trigo se entrega a la azada («Esquiva rapaceta «)

Sin llegar a este extremo, uno de los poemas más famosos de Rubén Darío se titula «Mia» y en él declara:”Mía : así te llamas (…) Tu sexo fundiste con mi sexo fuerte (…) ¿No has de ser entonces / mía hasta la muerte ?”.
Juan Ramón Jiménez en el libro Estío afirma que la amada pertenece más al poeta que a sí misma : “Serás tú, sin quererlo, / la tú que, estando en ti , no es tuya, / sino mía”. Y Pedro Salinas sigue esa línea en varios poemas (“Tú, mía” , “Pregunta más allá” …)
Un caso famoso es la canción «Every Breath You Take» de Sting. Ese amante que vigila cada movimiento de la mujer que lo dejó y que dice que ella le pertenece, está muy cerca de un acosador.

En contra de esta mentalidad hay poemas como el de García Calvo «Libre te quiero (…)no mía», o canciones como la del cubano Silvio Rodríguez :»Yo te quiero libre como te vi, libre de otras penas y libre de mí”, pero creo que la mayoría de la sociedad – las mujeres incluidas – se siente más identificada con la postura de la canción de Sting. A partir de ahí es fácil pasar al «la maté porque era mía», que está en el fondo de muchos casos de violencia doméstica.

Publicado en gallego en La voz de Galicia el 13/ 11/ 2004

Violencia anacrónica

A sociedade actual é menos violenta que a de séculos pasados. Os cidadáns de hoxe dirimen as súas diferenzas sen recorrer aos duelos. E as liortas por cuestións de lindes, tan frecuentes no mundo rural, deron paso aos preitos, que custan cartos pero aforran vidas. Mais no que se refire as relacións de home e muller segue vixente unha violencia primitiva que non somos quen de erradicar.

Que un home se sinta con dereito a matar á muller que o abandona ou que o engana non é propio deste tempo nin de países onde desapareceu a escravitude, os minusválidos teñen olimpíadas, os homosexuais poden contraer matrimonio e un negro chega a presidente dos Estados Unidos. No caso das mulleres sorprende a pervivencia da antiga marxinación. Nos dramas de honor de Calderón de la Barca a sospeita de infidelidade abondaba para que o marido lavase coa sangue da suposta culpable o seu honor.

Ata hai pouco tempo a Igrexa recomendaba á muller maltratada paciencia e silencio como unha maneira de facer méritos para a outra vida. E aínda hoxe hai mulleres que soportan resignadamente o maltrato.

A protección á muller que denuncia e o castigo ao maltratador non abondan para evitar esta lacra. Hai que ir ás raíces: educar dende a infancia a nenos e nenas na igualdade. Os resultados serán tardíos, pero seguros. E mentres, promover campañas de concienciación para os adultos. Campañas frecuentes, insistentes, teimudas, como as que fan os partidos en tempos de eleccións, como as que fan os Gobernos cando queren convencernos do que lles convén. Setenta mulleres mortas reclaman novas medidas.