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Hasta cuando la mascarilla

Estoy deseando dejar de hablar de la pandemia y hablar, por ejemplo, de uno de los grandes acontecimientos culturales del año como es la exposición de Georgia  O´Keefe, pero de momento sigo porque estoy sumida en un mar de dudas.

En este momento casi un 10% de la población española ha recibido dos dosis de vacuna anticovid y, tras esa macro compra de la UE de 1800 millones de dosis, de las cuales nos corresponden 180 millones, el 70% de la población europea estará inmunizada en julio, dicen. Ya veremos si las cuentas cuadran, pero volviendo al 10% actual del que formo parte, junto a la mayoría de amigas y amigos de mi edad, ¿significa eso que podemos reunirnos sin estas molestas mascarillas, y comer y abrazarnos, y lo que se tercie? Pues va a ser que no, porque en las reuniones colectivas, aunque uno esté protegido puede contagiar a otro que no sea del 10%; por ejemplo, al camarero que sirve, o a los de la mesa de al lado. 

¿Y si se juntan en una casa los vacunados? En ese caso, hay que pensar que la máxima eficacia de la vacuna es del 95%, o sea que sigue habiendo riesgo, y a esto se suma el hecho de que personas que han pasado la enfermedad han vuelto a contagiarse, por tanto también pueden contagiarse los vacunados.

 Y así vamos a estar hasta no se sabe cuándo, porque dentro de un año habrá que cambiar las vacunas, ya que el virus, igual que el de la gripe, habrá mutado. O sea, que habrá que valorar si el riesgo de quitarse la mascarilla vale la pena, teniendo en cuenta que, una vez vacunados, el Covid será, según dicen, como una gripe…

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2021/04/25/span-langglata-cando-coa-mascaraspan/0003_202104G25P17997.htm

Cansancio

CANSANCIO

Me pregunta una amiga por teléfono ¿Cómo estás? Yo respondo: Bien ; cansada. Y ella dice : Bueno, eso es lo normal…

Y entonces caí en la cuenta. Es como en esas películas en que los extraterrestres malos se infiltran en los cuerpos de los terrícolas y toman su forma física. Y la chica , que está a punto de besar al chico, ve que el guapísimo actor se transforma de repente en una monstruo repugnante dispuesto a devorarla. Pues fue tal cual. De pronto me di cuenta de que el cansancio pandémico ha invadido nuestro mundo y ha tomado posesión de nuestras personas.

Hay muchas clases de cansancios: el del catarro común, el de la gripe , el de la alergia estacional, el de la bajada de tensión.. . También hay cansancios saludables como del footing o el de la limpieza a fondo de la casa , que producen endorfinas que alegran la vida.

El cansancio pandémico es peligrosísimo porque se fortalece con el reposo, justamente lo que te recomiendan para el cansancio de la gripe o del catarro. Así que nada de tumbarte o de encerrarte a leer o a oír música sentado porque acabarás convertido en una masa inerte incapaz de cualquier actividad física o mental.

Ha logrado infiltrarse en nuestras vidas hasta el punto de que lo consideramos normal y sin darnos cuenta vamos reduciendo nuestra actividad, primero la física y después la intelectual. Incluso ha logrado infiltrarse en las vacunas. Si leen los efectos secundarios verán que el más frecuente es ¡ cansancio!

La única arma es la actividad, el esfuerzo de cualquier tipo. Soy una experta en cansancios.  Escribir estas líneas, me ha costado Dios y ayuda, pero he logrado reunir la energía suficiente para salir a la calle en busca de endorfinas. Ojalá sirva a alguien más para luchar contra el cansancio invasor

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2021/04/11/cansazo/0003_202104G11P19995.htm

Los barrios pobres

Estos días se ha hablado reiteradamente en la televisión pública de “barrios pobres” para referirse a las zonas periféricas de Madrid más afectadas por la pandemia, como Puente de Vallecas, Villaverde o Usera… Miembros de Podemos hablan de viviendas “miserables” donde familias enteras viven “hacinadas”, con deficiente asistencia sanitaria y que se desplazan a trabajar al centro de Madrid en “abarrotados” Metros y autobuses.

Todo ello está provocando en las personas que viven en esas zonas un sentimiento de marginación, que no existía antes. A esto se une la difusión en la televisión pública de casos como el de un camarero de 52 años que ha perdido su empleo, vive con su mujer y un bebé en una vivienda diminuta y confiesa llorando que muchos días no cena porque la comida no es suficiente para los tres.

El cristal con el que yo miro me muestra que no es necesario irse al extrarradio para hablar de problemas que la pandemia ha hecho aflorar, pero que ya estaban ahí; que en todos los barrios de Madrid, que es como decir en toda España, hay gente a quien el Covi19 le ha destrozado la vida, y que estamos dando una imagen hacia el exterior que no nos favorece en absoluto.

En España durante mucho tiempo, cuando nos sentíamos instalados en el estado de bienestar, no se hablaba de barrios pobres sino de barrios populares; las viviendas no eran miserables sino modestas, la sanidad española era la mejor de Europa y los turistas extranjeros venía aquí a que los operasen gratis. «Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: / todo es según el color / del cristal con que se mira» ( Campoamor dixit)

No hagamos demagogia, pongamos remedios, y colaboremos todos, cada no en la medida de nuestras posibilidades, en buscar soluciones.

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2020/10/04/os-barrios-pobres/0003_202010G4P22992.htm

¿Transparencia o imprudencia?

Desde finales de agosto los telediarios se han convertido en una interminable enumeración de nuevos casos de contagio, de ingresos en las UCIS , de muertos en residencias de ancianos, y, desde comienzos de septiembre , de cierres de colegios por contagio de profesores , directores, trabajadores…

Muchos nos preguntamos el porqué de esa insistencia y desmenuzamiento de los casos. Algunos piensan que se trata de concienciar de la gravedad del problema a esa población que sigue ignorando las medidas de seguridad. Un vídeo publicitario emitido por TVE parece confirmar esa tesis al poner de relieve que las alegres fiestas de unos provocan la muerte de otros.

Algunos opinan, como Javier Marías desde las paginas de un conocido diario, que “nada amansa tanto como el miedo permanente y cerval” y que un pueblo amansado es más fácil de manejar. Otros ven en esa información reiterada un intento de ocultar otros problemas.

No sabemos la finalidad, pero las consecuencias son claras: nadie va a venir a España. Bélgica acaba de sumarse a la lista de países que nos considera zona roja: desautoriza viajar a España y exige cuarentena y prueba PCR a quienes regresen.

 Asturias y las zonas rurales de interior, que este verano se han llenado con el turismo nacional que huía de zonas contaminadas, son un buen ejemplo de que tanta información tiene un efecto disuasorio. La gente huye del peligro. Y si no hay lugares seguros, se queda en casa. Las consecuencias económicas ya las conocen.

No estoy abogando por la ocultación. Un proverbio latino proclama como norma de vida Nihil nimis, ‘nada en demasía’. La transparencia es una virtud, pero también lo es la moderación.

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2020/09/14/transparencia-ou-imprudencia/0003_202009G14P13993.htm

¿Puedo tocarte un pie?

Me lo contó una amiga que pasa muchas tardes con su nieto de seis años jugando y leyéndole libros.  Se separaron durante el estado de alarma y volvieron a reunirse al terminar, con mascarillas y cada uno en un extremo de un sofá de tres plazas. Al cabo de un rato de lectura el niño dijo: ¿Abuela, puedo tocarte un pie? Ella asintió y reanudó la lectura. El nieto le acarició primero el pie y después la pierna y le dijo: “¿Sabes, abuela? Entiendo mejor lo que me lees cuando te toco.”

Una idea básica de la Psicología pediátrica es que el contacto físico afectivo en la primera infancia es fundamental para el normal desarrollo del cerebro, y que su carencia provoca deficiencias a veces irreversibles tanto mentales como psicológicas. En mi juventud estudié Psicología Clínica en la Escuela de San Bernardo, y he mantenido a lo largo de los años el interés por el tema . Por ello le doy vueltas a las consecuencias que pueda tener la “distancia social” en niños muy pequeños.

En una ocasión sustituí a una amiga durante un mes en una clase de parvulitos. La clase era de francés y mi amiga me dijo: no importa que no aprendan nuevas palabras, pero déjales que se te echen encima y te cuenten toda clase de historias. Y así lo hice. Me pasé el mes acariciando niñas y niños de cinco y seis años y escuchando sus “problèmes”. Lo único que aprendieron fue la canción de Frère Jacques, pero se les veía felices.

Sin duda las medidas de protección contra el Covi19 son necesarias en el curso que está a punto de comenzar, pero no puedo evitar el temor a las consecuencias negativas que va a tener el no poder “tocar el pie” a la profe.

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2020/09/01/podo-tocarche-pe/0003_202009G1P15995.htm