Hace unos meses parecía imposible que Donald Trump, que se ganó a pulso la fama de machista, racista, belicista y contrario a los derechos humanos, fuese el candidato del partido republicano para la presidencia de Estados Unidos. Pero ahí lo tenemos. Y si Bernie Sanders se empeña en seguir restándoles votos a Hillary Clinton, ya veremos lo que sucede en la lucha por la presidencia del país.
Muchos americanos están convencidos de que Clinton derrotará sin problemas a Trump, incluso republicanos de postín como los ex presidentes Bush, padre e hijo, proclaman que no lo apoyaran, pero una cosa son figuras aisladas, por importantes que hayan sido en el pasado, y otra es esa inmensa masa de votantes que el magnate del tupe amarillo ha conseguido llevar a su redil.
Aunque no he vivido en Estados Unidos más que dos semestres, he recorrido un buen número de sus estados dando cursos y conferencias. He estado en New York, Georgia, Ohio, Indiana, North Carolina, Texas, Kentucky, Alabama, Kansas, Lousiana, Wichita, Florida, New Mexico, Nevada, California… Tengo de ellos la visión del que mira desde fuera, que no es una mala manera de mirar. Y les aseguro que, excepto en algunos reductos exquisitos como las universidades de la Ivy League ( Harvard ,Pennsylvania, Brown … ) en todos he encontrado potenciales votantes de Trump.
Mis amigas americanas me tranquilizan: ha llegado la hora de Hillary. ¡Ojalá!. Me encantaría ver a una mujer presidiendo los Estados Unidos.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2016/05/09/trump-for-president/0003_201605G9P12994.htm