El racismo y las ideas más retrógadas están creciendo de un modo incompresible. Y digo incompresible porque no se puede entender que Alemania esté volviendo a las actitudes racistas que llevaron a Hitler al poder. Tanto arrepentimiento, tanto avergonzarse por lo sucedido, y ahora vuelta a empezar. Y qué me dicen de Estados Unidos, una nación hecha con inmigrantes? ¿Cómo es posible que un tipo como Donald Trump aumente su popularidad cada día y se postule como candidato a la presidencia? Dijo que los inmigrantes ilegales mejicanos eran «corruptos, delincuentes y violadores” y que había que poner un muro, que pagaría México, como frontera; está en contra de la vacunación y no cree en el cambio climático, y expulsa de un mitin, en plan matón, a un periodista que lo contradice. Y cada vez más gente lo apoya…¿Qué está pasando?
Paralelamente, los riesgos que corren los inmigrantes se incrementan y las condiciones que imponen los traficantes a quienes intentan llegar a un país de acogida se hacen más crueles: los hacinan en las bodegas de los barcos, sólo sacan a respirar a cubierta un rato a los que pueden pagarlo, otros muchos mueren por asfixia, igual que los 71 del camión abandonado en una carretera de Austria, entre ellos cuatro niños. Los que sobreviven se encuentran con barreras de alambre, como las españolas, o como las que acaba de levantar Hungría, ¡”la católica Hungría!”
¿Hacia que infierno en vida caminamos?
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2015/08/31/cara-inferno-imos/0003_201508G31P9995.htm