En medio del misterio y la confusión que rodea a la desaparición de Diana Quer me sorprendió que no se diese apenas importancia a las cartas que le escribe en las redes sociales su hermana Valeria. Ella da por seguro que se trata de una desaparición voluntaria y se dedica a decirle lo que la echa de menos y lo deseosos que están los padres de que vuelva «para matarla a besos». Postura en la que coincide con los mensajes de su padre, que sólo le pide que confirme que está viva. Pero hay algo más:
Valeria le dice a su hermana mayor: «Estoy hundiéndome en un pozo y tú eres la única cuerda que puede salvarme». A todas luces, parece una petición de ayuda. ¿Qué está pasando en esa familia, en esa casa? O, mejor dicho,¿ qué estaba pasando? En una de sus cartas, Valeria enumera todo lo que echa de menos al no estar cerca de su hermana, incluso «que me insultes y yo te insulte a ti, echo de menos hasta echarte la bronca por estar todo el día tirada en el sofá». ¿Por qué una joven de 18 años, que no es una adolescente desganada de 13 o 14 , se pasaba el día tirada en un sofá?
Si se aclararan esos puntos, se sabría por qué abandonó su casa, ya que cada vez parece más claro que su desaparición fue al inicio voluntaria. La gran incógnita es si su vuelta depende ahora de su voluntad o si algo se torció en sus planes y estamos hablando de una secuestrada. O, lo más temible, de una joven que ya no existe. Ojalá no sea así.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2016/09/14/irma-pequena/0003_201609G14P19994.htm