Lamentable comportamiento de la tenista Serena Williams en el Open de USA y bochornoso espectáculo el que dieron ella y su público al final del partido.
Serena Williams, de 36 años, con 23 títulos de gran Slam en su carrera, perdió el partido ante una jovencísima japonesa, que jugó mejor que ella, y se dedicó a justificar su derrota acusando al juez de silla de ladrón y mentiroso por robarle puntos y lo amenazó con que nunca más arbitrará un partido en el que ella juegue.
Serena Williams ganó por jugar la final de ese torneo 1,850 000 dólares y solo fue sancionada con 17.000 por violaciones del código de conducta. Ella atribuye todo lo sucedido a una discriminación por ser mujer.
El público, que durante todo el partido animó a la americana, abucheó al juez de silla y, en el momento de recibir el trofeo, a la ganadora, que acabó llorando y casi pidiendo perdón por haber ganado. Finalmente, Williams se echó también a llorar y pidió al público que no abucheasen a la japonesa, gesto que fue calificado por la presidenta de la Asociación de Tenis de Estados Unidos, en un comunicado difundido en Twitter por la organización del US Open, «un gesto de clase de una campeona de verdad».
Pocas veces se ha visto en el mundo del deporte tal acumulación de prepotencia, manipulación y falta de espíritu deportivo por parte de la jugadora, de los organizadores del torneo y del público. Ojalá que el ejemplo no cunda. Esta no es la igualdad por la que lucha el feminismo.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2018/09/15/mal-exemplo/0003_201809G15P16995.htm