¿Hay más crímenes ahora que antes, o sólo ha aumentado nuestra información?
Noticias de los últimos días: Una madre mata a su bebé en una iglesia, en un ritual satánico, un joven mata en Cuenca a su ex novia y de paso a la amiga que la acompañaba; un vecino de Brión se mete en su coche con su mujer, tras regarlo con gasolina, y se prende fuego. En Huesca, un tipo, después de abusar durante años de sus hijas, intenta matar a su mujer, recién operada, poniéndole anticoagulante en el agua que ella bebía por la noche; otro, de 72 años, mata a su mujer de un hachazo en la cabeza… Eran noticias típicas de El Caso, un semanario especializado en crímenes que relataba de forma novelesca. Hoy las recogen todos los medios de comunicación con igual lujo de detalles
Siempre ha habido crímenes. Lo nuevo es la cotidianidad, la violencia se ha hecho tan habitual que apenas nos sorprende. Muchos psicólogos y sociólogos creen que la difusión de los actos violentos contribuye a incrementarlos. Un secuestrador mató a su víctima cuando apareció la televisión para filmarlo. Unas adolescentes mataron a otra “para ser famosas”… Hoy, el maltratador, el criminal, forma parte de una comunidad de violentos que aparece en los medios durante días y días. Disfrutan así de una fama que excede en mucho los 15 minutos que Andy Warhol auguraba para todo el mundo. Creo que el problema merece una reflexión.