Estamos , una vez más, ante un conflicto provocado por los privilegios laborales de un colectivo, en este caso de los estibadores, que no se ajustan a las normas que rigen el trabajo de otros colectivos. El caso anterior más sonado fue el de los controladores aéreos.
En ambos, lo primero que ha saltado a la luz pública han sido los sueldos y el llamado enchufismo en el acceso a la profesión, donde solo entran, se dice, hijos, hermanos, yernos y demás parentela, masculina en el caso de los estibadores.
Los sueldos de 70.000€ de media para estibadores y de 100.000 a 300. 000€ para controladores , unidos a turnos de trabajo reducidísimos, jubilaciones anticipadas con todo el sueldo y otras prebendas que , según dicen, disfrutaban unos y disfrutan ahora los otros, provocaron escándalo. Y lo que puso a la ciudadanía en contra fueron las huelgas, convocadas, como es lógico, cuando más daño pueden causar.
Yo fui una privilegiada, profesora universitaria con “fabulosas” vacaciones y “escasísimo” trabajo, y sé lo que hay de exageración y de mentira en estos casos. Pero hay algo muy claro : España no puede asumir una sanción de 27.522 € al día desde la sentencia de diciembre de 2014 , más 134.000€ diarios a partir de la decisión del Tribunal europeo sobre las multas.
Así que no queda más remedio que ponerse de acuerdo, o sea , que sindicatos, patronal, obreros, partidos políticos y gobierno tienen dejar de arrimar cada uno el ascua a su sardina y pensar en el bien común. O lo que es igual : tendrán que convencer a los estibadores de la necesidad de integrarse en el amplio club de los ex privilegiados.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2017/03/13/privilexios%20/0003_201703G13P13992.htm
Artículos de Marina Mayoral 